En las clases de educación física se deben planear situaciones de permanente y y dinámico desarrollo para los jóvenes y adolescentes, éstas deben tener opciones que permitan conocer las capacidades personales del alumno.
La alegría que sienten depende de el placer que experimenten al moverse, resolver correctamente los problemas planteados, así como tener la posibilidad de capacidades funcionales.
El maestro influye mucho; debe saber crear un ambiente donde se sientan cómodos, tener comprensión con los alumnos más tímidos y no forzarlos con exigencias, sobre todo que evite que lo más importante sea el "eficientismo", de esta forma se sentirán alentados hacia su propio desarrollo y auto-afirmación.
Las actividades realizadas en la calse deben ser un medio de gozo, seguridad y afianzamiento de la personalidad. El maestro debe orientar la disciplina y brindar oportunidades de compartir responsabilidades a través de actividades en equipo, todo esto en un clima de libertad.
Si el orden y la libertad no existen compartidos y establecidos en todo el grupo, y la dirección de aprendizaje es por medio de formas autoritarias, militaristas y apartadas de las necesidades de los adolescentes, en la clase predominará un ambiente de tensión, represión, con frustraciones y desinterés: no habrá una auténtica educación ya que la clase debe darse con naturalidad, espontaneidad y plenitud.
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